1 Especie
Durante la temporada de crecimiento, aplique fertilizante orgánico sólido mensualmente o fertilizante líquido cada dos semanas para un crecimiento óptimo. Evite los fertilizantes con alto contenido de nitrógeno, ya que pueden causar entrenudos largos, lo cual no es ideal para la estética del bonsái. El sistema radicular de la Acacia contiene bacterias nodulares especiales que ayudan a absorber el nitrógeno de manera eficiente, haciéndola menos dependiente de fertilizantes ricos en nitrógeno. Para los árboles mantenidos en condiciones invernales más frescas (alrededor de 12°C/53°F) donde el crecimiento se ralentiza, reduzca la fertilización a una vez al mes con fertilizante líquido para mantener la salud sin promover un crecimiento excesivo.
El bonsái de acacia requiere condiciones cálidas, soleadas y bien ventiladas durante la temporada de crecimiento, con temperaturas interiores entre 12-20°C (53-68°F). Aunque prosperan a pleno sol, proteja los ejemplares en macetas pequeñas del sol intenso de la tarde en climas cálidos para evitar el estrés. Como plantas tropicales/subtropicales nativas de África y Australia, no son tolerantes a las heladas y deben mantenerse en interiores o en un invernadero calentado durante los inviernos fríos. La luz y la humedad adecuadas son esenciales; si no se pueden mantener a temperaturas más cálidas, mantenga el árbol ligeramente más fresco.
Esta especie de rápido crecimiento requiere mantenimiento regular para desarrollar la forma adecuada de bonsái. En primavera y verano, recorte los nuevos brotes a una o dos hojas para fomentar un crecimiento denso y mantener la forma deseada. Reserve la poda estructural pesada para el invierno, asegurándose de dejar tocones para evitar el retroceso; estos se pueden eliminar una vez que estén completamente secos. La defoliación se puede realizar a finales de primavera para reducir el tamaño de las hojas y promover la brotación secundaria. Para el alambrado, espere hasta después de la defoliación cuando las hojas estén fuera. Mientras que las ramas más viejas tienden a ser quebradizas, las ramitas más jóvenes son bastante flexibles. Use alambre de aluminio y proteja la corteza de daños, considerando los alambres de sujeción como una alternativa para las ramas más viejas.
Trasplante su bonsái de acacia cada 2-3 años para árboles jóvenes y cada 3-4 años para ejemplares maduros, siempre realizando esta tarea a principios de primavera. Al trasplantar, use una mezcla de suelo bien drenante con suficiente contenido de humus y un pH neutro a ligeramente ácido (5-6). Tenga especial cuidado de no eliminar o dañar los nódulos radiculares durante la poda de raíces, ya que son cruciales para la absorción de nitrógeno. La masa radicular no debe recortarse demasiado agresivamente para mantener la salud y el vigor del árbol. Asegúrese de que la nueva maceta tenga un drenaje adecuado para evitar problemas de pudrición de raíces.
La humedad constante es crítica para el bonsái de acacia, requiriendo un equilibrio cuidadoso para mantener el cepellón húmedo sin que se encharque. Nunca permita que el suelo se seque completamente, pero evite el exceso de riego que puede llevar a la pudrición de las raíces. Cuando sea posible, use agua no calcárea, ya que estos árboles prefieren condiciones ligeramente ácidas. Durante períodos de fuerte crecimiento, puede necesitar regar más frecuentemente, mientras que debe reducir la frecuencia de riego durante períodos más frescos cuando el crecimiento se ralentiza. Mantenga una buena humedad alrededor del árbol, especialmente después del trasplante o durante el clima cálido.