2 Especie
Durante la temporada de crecimiento, desde la primavera hasta principios del otoño, alimenta tu bonsái de Árbol de Humo cada dos semanas con un fertilizante equilibrado que contenga nitrógeno, fósforo y potasio. Se puede aplicar una capa de compost en primavera como fertilizante base. El árbol tiene requisitos de alimentación modestos, pero agregar nitrógeno puede estimular el crecimiento del follaje. Evita fertilizar durante la dormancia invernal, ya que esto puede estresar la planta.
Tu bonsái de Árbol de Humo requiere pleno sol con al menos 6 horas de luz solar directa diaria durante la temporada de crecimiento. Aunque puede tolerar sombra parcial, el árbol puede crecer asimétricamente al inclinarse hacia las fuentes de luz. Protégelo de temperaturas inferiores a -5°C moviéndolo a un invernadero sin calefacción o proporcionando aislamiento para la maceta. El ambiente ideal tiene temperaturas moderadas y humedad promedio. Si se mantiene en interiores, colócalo cerca de una ventana luminosa pero evita el sol fuerte de la tarde.
La poda regular a lo largo de la temporada de crecimiento es esencial ya que esta especie crece rápidamente y puede volverse desordenada si se deja sin control. El follaje crece rápidamente y tiende a caer a medida que se agranda, requiriendo recortes frecuentes para mantener la forma. Realiza la poda mayor de ramas a principios de primavera y elimina cualquier madera muerta o dañada de inmediato. Para desarrollar una forma de árbol en lugar de un arbusto, elimina todos los troncos centrales excepto uno. El árbol tolera bien la poda agresiva, lo que ayuda a rejuvenecer su crecimiento y mantener su forma deseada.
Se debe tener especial cuidado con el alambrado ya que la corteza es bastante delgada y se daña fácilmente. Al alambrar ramas, usa un alambre de grosor que coincida con el diámetro de la rama: demasiado grueso dañará la corteza mientras que demasiado delgado no será efectivo. El alambrado debe revisarse regularmente para evitar cicatrices a medida que las ramas engrosan.
Trasplanta tu bonsái de Árbol de Humo a principios de primavera, ya sea anualmente o cada dos años. El árbol tiene un sistema radicular fibroso bien contenido, lo que facilita relativamente el trasplante. Usa una mezcla de suelo básica y bien drenada con un pH neutro a ligeramente alcalino entre 5-6 pero no superior a 7. El árbol puede crecer en varios tipos de suelo, incluyendo marga, arcilla, arena y suelos rocosos, pero evita condiciones húmedas y empapadas. Al trasplantar, no elimines demasiada masa radicular y riega bien después para ayudar al árbol a establecerse en su nueva maceta.
Los bonsáis de Árbol de Humo más jóvenes necesitan riegos profundos y regulares, mientras que los ejemplares maduros se vuelven bastante tolerantes a la sequía. Durante la temporada de crecimiento, riega moderadamente aproximadamente cada 10 días, ajustando según las condiciones climáticas. Revisa el suelo antes de regar: si aún está húmedo, espera antes de volver a regar. Las plantas maduras son resistentes a la sequía pero no deben secarse completamente. El árbol prefiere una humedad moderada pero puede tolerar condiciones más secas. Evita el exceso de riego ya que esto puede causar problemas en las raíces.