Jooni

Serissa

2 Especie

Especie

Serissa foetida Serissa japonica

Fertilización

Utilice un fertilizante líquido equilibrado cada dos semanas durante la temporada de crecimiento (primavera a otoño). Durante el invierno, reduzca la fertilización a una vez al mes ya que el crecimiento del árbol se ralentiza. Siempre riegue su árbol antes de aplicar fertilizante para proteger las raíces. Para árboles no saludables, evite fertilizar hasta que se recuperen, ya que puede abrumarlos. Elija un fertilizante específico para bonsái con proporciones equilibradas de N-P-K y micronutrientes para proporcionar una nutrición óptima.

Ubicación

El bonsái Serissa necesita luz brillante pero indirecta y es bastante sensible a los cambios de ubicación. Colóquelo cerca de una ventana con una cortina translúcida para luz filtrada. Durante los meses más cálidos, puede estar al aire libre en un lugar con sombra parcial, protegido de vientos fuertes y lluvia. Muévalo al interior cuando las temperaturas bajen, manteniendo un ambiente estable entre 59-77°F (15-25°C). Evite colocarlo cerca de calentadores, aires acondicionados o ventanas con corrientes de aire, ya que los cambios bruscos de temperatura pueden causar la caída de hojas. El árbol es sensible a las heladas y debe mantenerse por encima de 50°F (10°C).

Poda

La poda mayor debe realizarse a principios de primavera cuando el crecimiento es vigoroso. Para plantas jóvenes, recorte a dos hojas después de que los brotes desarrollen 4-5 hojas. En árboles maduros, pode mientras están floreciendo y recorte las ramas cada 2-3 años para mantener un crecimiento compacto. Use tijeras de bonsái afiladas para cortes limpios sobre los nudos de las hojas, dejando algo de follaje en cada rama para mantener la salud del árbol. Cada decisión de poda afecta la apariencia del árbol, por lo que trabaje gradualmente y con cuidado en lugar de eliminar demasiado de una vez.

Trasplante

Trasplante su bonsái Serissa cada 2-3 años en primavera, utilizando una mezcla de suelo para bonsái bien drenante. Los árboles jóvenes necesitan trasplantes más frecuentes que los especímenes más viejos. Al trasplantar, recorte suavemente alrededor de un tercio de la masa de raíces para fomentar un nuevo crecimiento. La nueva maceta debe ser ligeramente más grande con buenos agujeros de drenaje cubiertos por mallas. Centre el árbol, llene con la mezcla de suelo fresco para bonsái y elimine las bolsas de aire presionando suavemente. Mantenga el suelo consistentemente húmedo durante varias semanas después del trasplante y protéjalo de la luz solar fuerte. Espere un mes antes de fertilizar para permitir que el árbol se establezca.

Riego

Mantenga el suelo consistentemente húmedo pero no encharcado. Revise la capa superior del suelo diariamente: riegue cuando se sienta seca al tacto. Use agua a temperatura ambiente y evite tanto el agua altamente ácida como la alcalina: el pH neutro es el mejor. Riegue a fondo hasta que el agua fluya por los agujeros de drenaje, pero no deje que el árbol se quede en agua estancada. Durante el invierno, reduzca la frecuencia de riego a medida que el crecimiento se ralentiza. Si el árbol comienza a perder hojas, disminuya ligeramente el riego. Para agua dura, déjela reposar durante la noche antes de usarla para permitir que los químicos se evaporen.

Referencias