1 Especie
Los Podocarpus jóvenes y de crecimiento más rápido deben ser fertilizados en primavera con fertilizante mineral, cambiando a fertilizante orgánico (como Biogold o Hanagokoro) cada 4-6 semanas hasta septiembre. Los árboles más viejos requieren menos fertilización. Para los fertilizantes líquidos, puedes duplicar la dosis recomendada durante la temporada de crecimiento. La fertilización regular de marzo a agosto es esencial para un crecimiento y desarrollo saludables.
Coloca el Podocarpus al aire libre en luz brillante desde la primavera hasta el otoño, hasta que las temperaturas se acerquen a la congelación. Al moverlo al exterior en primavera, aclimátalo gradualmente para evitar quemaduras solares manteniéndolo en sombra parcial durante 2 semanas antes de exponerlo al sol pleno. Para el invierno, llévalo al interior cuando las temperaturas alcancen los 40°F (4°C). En el interior, proporciona luz brillante en una ventana orientada al sur, con ventanas orientadas al este/oeste como segundas mejores opciones. Mantén temperaturas entre 50-60°F (10-15°C) durante los meses de invierno.
Poda los bonsáis establecidos frecuentemente con tijeras afiladas para lograr un ramificado más fino, con nuevos brotes apareciendo dentro de 4 semanas. Para los árboles jóvenes enfocados en el crecimiento, permite que las ramas inferiores crezcan más (10-20cm) antes de recortarlas. Evita cultivar grandes ramas de sacrificio ya que las cicatrices resultantes sanan mal. Siempre aplica sellador de heridas después de la poda para una mejor cicatrización. Durante la temporada de crecimiento, mantén la forma del árbol mediante recortes regulares.
Trasplanta los Podocarpus jóvenes cada 2-3 años a principios de primavera, permitiendo una poda moderada de raíces. Los especímenes más viejos pueden pasar 4-5 años entre trasplantes dependiendo del crecimiento de las raíces. Usa suelo de bonsái bien drenado con Akadama como componente principal. Al trasplantar árboles comprados en suelo de arcilla densa, transita suavemente a suelo de bonsái adecuado en la primavera siguiente. Asegura un drenaje adecuado usando mallas sobre los agujeros de drenaje y una capa delgada de grava en el fondo de la maceta.
Mantén el suelo constantemente húmedo pero no mojado, permitiendo un ligero secado entre riegos. Las necesidades de agua varían según el entorno: los árboles de interior pueden necesitar riego cada 1-2 días en verano pero solo semanalmente en invierno. Usar una bandeja de humedad llena de agua y guijarros ayuda a mantener la humedad, especialmente importante para los árboles de interior durante la temporada de calefacción. Las duchas de bola o el remojo de la bola de raíces son métodos de riego efectivos, aunque se recomienda un platillo para recoger el drenaje.